Somos omnívoros...

“Los animales omnívoros (del latín omnivŏrus; de omnis, ‘todo’, y vorāre, ‘comer’) son aquellos que se alimentan tanto de animales como de plantas. Son comedores oportunistas y generalistas, que no están específicamente adaptados para comer y digerir ni material vegetal ni carne exclusivamente”

“Los humanos son un ejemplo clásico de omnívoro en todos los rasgos anatómicos relevantes. Ni la anatomía ni la fisiología permiten suponer que los humanos están preadaptados a una dieta vegetariana. Por lo cual, los mejores argumentos en favor de una dieta sin carnes siguen siendo los ecológicos, éticos, o las cuestiones de salud.”

https://es.wikipedia.org/wiki/Omnivoro

El ser humano desde que existe ha llevado una alimentación omnívora, la vida en su origen debió de ser muy exigente y sobrevivir llevo a nuestra especie a alimentarse de cualquier cosa que consiguiese, fuese animal o vegetal, por lo que nuestro sistema digestivo fue adaptándose a todo tipo de alimento. Si comparamos y analizamos las características orgánicas del sistema digestivo de los herbívoros con el de los carnívoros conseguimos que tenemos más parecidos con estos últimos.

¿Esto significa que debemos ser entonces carnívoros?

No porque también tenemos características para comer alimentos vegetales por lo que la naturaleza nos hizo omnívoros, lo cual es una maravilla porque nos dio por un lado una capacidad de sobrevivencia enorme a la par de hacer muchísimo más divertido el acto de comer. Somos la especie con mayor variedad alimentaria y con la capacidad mental adecuada para saber aprovechar eso procesándolos de infinitas maneras.

¿Cómo quedan entonces los vegetarianos y los veganos?

El tipo de alimento que ingerimos es una escogencia personal y nuestro cuerpo está adaptado para cualquiera de ellos pero existen algunos aminoácidos necesarios que están presentes más comúnmente en la carne y menos en los vegetales por lo que las personas que lleven dietas exentas de productos de origen animal deben estar más pendientes de tener una alimentación balanceada.

Estos aminoácidos son los llamados “esenciales” y las uniones de varios de ellos son lo que forman las proteínas. Son esenciales porque el ser humano no puede vivir de ellos y no son producidos por nuestro organismo. Los encontramos en alimentos de origen animal: leche y derivados lácteos (yogurt, queso, mantequilla), huevos, pescado y carne, y alimentos de origen vegetal: cereales, legumbres, verduras y hortalizas, semillas y frutos secos.